EL AMOR

Tal como pregona la imagen, el Amor no solo se transmite por palabras, también se establece por medio de las acciones.
Dice la Biblia, en la 1º Carta a los Corintios capítulo 13 que “si entendiese todos los misterios, toda ciencia, toda la fe o repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres y no tengo amor, de nada me sirve”.
El Amor de Dios lo demostramos por hechos concretos y acciones que benefician al prójimo. Si anhelamos cumplir con esta comisión para que una Nación experimente la Paz de Dios, el Principio del Cielo del Amor debe empezar a mostrarse por medio de nuestras decisiones y llevarlas a cabo, de ese modo muchos llegarán a conocer Su Paz, la Verdadera.
Siguiendo con el texto citado de la Biblia, “el verdadero Amor es sufrido, benigno; no tiene envidia, no presume, no es soberbio, no hace nada indebido, no es egoísta, no se irrita, no guarda rencor y no disfruta de la injusticia. Al contrario, se goza de la verdad, todo lo sufre, lo cree, lo espera y lo soporta”.
Aunque parezca que amar de verdad es difícil, el amor nunca deja de ser. Sembremos AMOR para que el fruto sea una nación transformada según el corazón de Dios.