Testimonio de Transformación: Horacio Nervegna y Celia Hourquibie
Por Andrea Infante de Palmitano
En el año 2005, después de muchos intentos por resolver y dar termino a la violencia en la escuela secundaria, el Director Horacio Nervegna resolvió pedir ayuda al ministerio No Más Violencia, Un Mensaje de Dios como última alternativa.
Fue entonces como a través de su necesidad, No Más Violencia, en el año 2005, llego a la Escuela Media Nº 7 de la ciudad de Moreno, Buenos Aires, Argentina. Empezamos a trabajar intensamente con muchos grados de su escuela, dándole prioridad a los más conflictivos. Esa escuela se encuentra ubicada en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad. Nosotros siempre estuvimos enfocados en los jóvenes, pero nunca pensamos que el programa llegaría más lejos.
Después de trabajar un año intenso con esos jóvenes y al término de la jornada final en donde pudimos reunir más de 600 estudiantes para una actividad deportiva, no hubo ningún acto de violencia, y ni siquiera insultos. Horacio, siendo un hombre incrédulo y algo pesimista por varios intentos, dijo esto: “Esto debe venir de Dios”.
Al término del segundo año, Horacio aceptó a Jesús como su Señor y Salvador. Sin mencionar que durante esos años, muchos jóvenes aceptaron a Cristo. Y no sólo Horacio, sino la secretaria de la escuela también, Celia Hourquibie. Poco tiempo después, los dos se bautizaron y empezaron a caminar el camino del Señor.
Ellos han amado mucho a los jóvenes pero antes lo hacían con su amor y con sus fuerzas. Hoy ya jubilados sirven fielmente como voluntarios en el Ministerio No Más Violencia, Un Mensaje de Dios, y siguen ayudando a muchos jóvenes pero ahora lo hacen con el amor de Dios y con las fuerzas que él les da cada día.
Le envié un mensaje a Horacio contándole que quería compartir su testimonio y le pregunté ¿Qué fue lo que NMV hizo en su vida o como lo afectó? Y esto me respondió:
Hola Andrea. Siendo ahora maestro de la escuela dominical aprendí porqué el Señor me uso para traer No Más Violencia a Moreno. Mi fe estaba muerta y Él me usó como a Rahab la prostituta de Jericó, para que su Palabra llegue a los jóvenes de las escuelas. Mi vida cambió, tengo muchas ganas de preparar las clases y que llegue el domingo. Dios me ha hecho sentir útil y a Él me debo. Lamento no tener buena salud sino quizás estaría misionando o trabajando en NMV más tiempo. No puedo olvidar aquel domingo en que a través del diario me llegó el mensaje de NMV.
